28 de marzo de 2009

Olla a presión

La olla a presión es un recipiente hermético para cocinar, que en contra de lo que se cree, en el interior de una olla a presión el agua no llega nunca a hervir, lo que acelera la cocción es el simple incremento de la temperatura del agua, hasta unos 130 ºC, al no permitir la salida de aire o líquido por debajo de una presión establecida dispone de una válvula de seguridad que permite el escape cuando es preciso.

La temperatura más alta hace que los alimentos se cocinen más rápidamente llegando a dividirse los tiempos de cocción tradicionales entre tres o cuatro.

La “Digesteur” (olla a presión) fue inventada en 1679, por el físico y matemático anglo-francés Denis Papin (1647-1712) y fue presentada en 1981 en la “Royal Society” aunque el invento no prospero si le dio un gran prestigio al inventor.
En el año 1919 José Aliz Martínez de Zaragoza (España) presenta la patente de la “olla exprexx”.
En 1948 se concede otra patente en Francia cuando M. Devedjian fabricó un modelo llamado “cocotte minute”.
En 1952 George Laverne perfeccionó un nuevo modelo de gran capacidad (300 litros) que fue utilizado por el ejército francés.
En 1953 la “supercocotte” de la SEB (Societé d’Emboutissage de Bourgogne) fabricada por los hermanos Lescure empieza a fabricarse.
En 1954 la patente SEB se comercializa en España con el nombre de SEB-MAGEFESA y es cuando se empieza a fabricar en Algorta (España).
Desde entonces se han ido perfeccionando los mecanismos de cierre, la seguridad y se ha ido consiguiendo más presión por lo se ha conseguido mayor rapidez. Los últimos modelos llevan un sistema llamado Food Control que además de indicar la presión evacua el oxígeno del interior de la olla. Al indicar la ausencia de presión la persona que manipula la olla sabe que puede abrirla con toda seguridad, y al cocinar sin oxígeno se consigue que los alimentos conserven intactas sus propiedades y su color natural.

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